martes, 15 de marzo de 2011

Vos y Yo podemos ser ellos.

Después de caminar descalzos por el mercado de la terminal, en busca de gente desprevenida para robarles las bolsas con verduras y carne, se fueron al cuarto que alquilaban por Q 75.00 mensuales en la parte alta de una bodega entre la zona rosa y la fábrica de Granada, a Él le tocaba hacer los empalmes para robar corriente a los de la bodega, a ella , por consiguiente, lavar las verduras y limpiar la carne, que esta vez de puro chiripazo, era de cerco. mira vuir a lavar esta mierda a la pila, ponete pilas con la bombiadera de luz pues-. Al salir Juana del micro cuarto el chavo conecto la hornilla que hicieron con un ladrilló y una resistencia de a quetzal, se saco del pantalón una servilleta de tela que robo a la doña vendedora de manteles cerca del granero, cuidadosamente la coloco del lado de la mesa donde Juana comía, con la palma de su mano negra y a grietada estiro bien su mantel.

Busco una veladora y fósforos, mientras el azufre y la fricción hacían su trabajo él pensaba en la en la sonrisa que seguramente se dibujaría en el rostro de Juana al ver su mesa arreglada y una comida a la luz de las “velas”, ya vine toma, el pisado dialapar dice que le debes un botecito de pegamento que para cuando dice, ah, y déjate de huecadas, apaga esa mierda que después de noche no tenemos luz, querés pan a o tortillas. Él humedeció sus dedos con saliva y un liquido negro empezó a escurrir de las yemas de sus dedos, luego apago la veladora y no dijo nada , putahombre testoy diciéndote si querès, pan o tortillas-. Trago saliva como si se tragara un dulce entero, lo que sea, media vez sea para hartar. Juana salió , somató la puerta, vas chingar esa mierda, llegando al final de pasillo Juana se voltea y poniendo sus manos sobre su boca a manera amplificar el sonido, grito, !Sho!

Él fue por agua a la pila, le toco que encender el chorro porque estaba vacía, espero que el agua cubriera las verduras y la carne, se fue sin cerrar la llave, la hornilla ya estaba lo sufrientemente caliente, coloco la ollita de peltre azul con putos blancos sobre el ladrilló, rompió con los dientes un sobre de consomé de pollo, se lo hecho a la mescla y se fue a sentar mientras inhalaba un poco de pegamento, seguramente era ese del que hablaba su vecino. Esta pisada ya se tardo, el caldito empezaba a hervir, de nuevo tenía ganas de un almuerzo decente, encendió la veladora, estiro bien la servilleta que hacia trabajo de mantel, salió a ver si ya venía Juana, la vio hablando con una de las vecinas, tenía las tortillas en la mano derecha, se las habían dado en una bolsa pastica azul, le hiso su chiflido de llama, Como chinga este pisado, ¡Ya voy hombre, gana más serota de chingar!

En lo que se despedía y seguramente le contaba lo insoportable que era vivir con un tipo como él, a su vecina; sirvo la comida en tazas bola, conecto el radio que le había robado a un vendedor de maíz, sintonizo la “Chupadora”, sonaba un canción de reggaetón clásico [… Hagamos el amor con la ropa…], Juana entro en ese momento, los dos callaron mientras sonaba la canción, tomaron asiento y comieron , mano, hoy si te pelastés, te quedo rico el caldo, buen onda , buena onda, la canción llegaba a su clímax,[…Yo quiero que te quites la ropa…],vos y a todo esto cómo te llamas, ya llevamos un vergazo de tiempo juntos, ya cogimos y ni eso se de vos. El muchacho solo la veía, se metió la mano entre la chumpa harapienta saco una rosa roja y un papel con letras en color rojo, sin decir nada se las puso en las mano a Juana, ella calló, el tocio como para finar su voz, no tengo nombre poneme el que querras. Ella solo veía la rosa y él papel lo desprecio, le tenía miedo. vos Juan Hagamos el amor.